Texas Cannabis Clinic

¿Puede el Cannabis Medicinal Ayudar a los Pacientes con Autismo?

Según el CDC, aproximadamente 1 de cada 44 niños es diagnosticado con Trastorno de Espectro Autista (TEA) en los Estados Unidos, una tendencia que se ha ido incrementando dramáticamente en los últimos años a nivel global. La cifra es mayor si se considera la población afectada según su ubicación (la prevalencia en California es más del doble que la de Missouri) o por género (los hombres son más propensos a padecer de esta enfermedad que las mujeres.)

Hasta hace pocos años, los padres de un niño autista tenían como única alternativa de tratamiento acudir a la medicina tradicional para hacerle frente a los síntomas y buscar alivio. Desafortunadamente, en múltiples casos estas medicinas carecían de efectividad o aunque eran efectivas, traían consigo efectos secundarios nocivos por lo que los padres se veían enfrentados a escoger el menor de los dos males sin tener realmente una opción que fuera óptima. Estudios publicados recientemente muestran una luz de esperanza para estas familias, al señalar que la marihuana medicinal puede ser una alternativa de tratamiento efectiva para el uso en pacientes con autismo. 

¿Qué es el autismo? ¿Se puede curar el autismo? ¿Cómo puede el cannabis medicinal ayudar a los pacientes con autismo? Te daremos las respuestas a estas y otras preguntas a continuación.

¿Qué es el autismo?

El Trastorno de Espectro Autista (o autismo como se le conoce comúnmente) es un trastorno neurológico del desarrollo caracterizado por un amplio rango de condiciones que afectan la evolución de las habilidades sociales, la comunicación verbal y no verbal, restringen el desarrollo de intereses y fomentan la ocurrencia de comportamientos repetitivos o agresivos. El término “espectro” hace referencia al amplio rango de síntomas que pueden presentarse con esta enfermedad y a los diversos grados de severidad de la condición misma que varían de un paciente a otro.

El autismo se presenta tradicionalmente a temprana edad y de maneras muy variadas dependiendo en dónde se encuentre el paciente dentro del espectro. Algunos síntomas comunes son: renuencia del paciente a mantener contacto visual, dificultad para hablar o total ausencia del habla, incapacidad para manifestar emociones o sentimientos, ansiedad, depresión, dificultad para interpretar señales no verbales, comportamientos repetitivos, conducta autolesiva, hiperactividad, ataques de ira, comportamiento agresivo y sensibilidad aumentada a la luz, el sonido o el tacto (para mencionar sólo algunos de los síntomas más comunes.)